Corte del manto del Bichón Maltés a tijera
La belleza del bichón maltés está en directa relación con su sedoso y sin par manto.
La majestuosidad irradiante de la raza tiene en el manto su elemento más importante.
La calidad del manto del bichón maltés es, por lo tanto, de radical importancia. Un maltés con baja calidad de manto pierde su elemento fuerte y distintivo. Mi opinión y preferencia particular es determinante en este aspecto. Considero el manto, junto con el carácter, el elemento más importante de un bichón maltés.
El manto del maltés recuerda al tacto sensible y delicado de la seda. Una seda que se hunde en nuestras manos y roza nuestra piel acariciándola apenas. Esa seda que estimula, en su contacto animado, nuestro sentido del tacto.
Corresponde al maltés, como a ninguna otra raza, entregar en el contacto humano un sentido sutil y elevado del tacto.
De ello se deduce que conservar esa calidad y esa textura en el manto del maltés es no sólo necesario sino de respeto profundo a lo genuino de la raza.
Por razones prácticas y funcionales puede ser necesario cortar el largo manto de un bichón maltés. Es totalmente aceptable y puede ser completamente necesario en muchos casos hacerlo. No hemos de olvidar que el tacto de la seda no se pierde por la longitud del manto. El tacto de la seda se pierde si baja la calidad de dicho manto.
Actualmente la peluquería que se realiza en las razas caninas es, eminentemente, una peluquería comercial. Comercial significa mayores beneficios al menor tiempo invertido. La peluquería comercial está completamente extendida y ronda el noventa por ciento del trabajo profesional.
Cuando nos decidimos a cortar el pelo a nuestro maltés se nos ofrecen dos opciones.
Primera: siguiendo un procedimiento de respeto al manto se realiza el corte del manto con tijera. El ejemplo más conocido del corte con tijera en el maltés es el llamado Corte de cachorro. Esta opción respeta al cien por cien la calidad y cantidad del manto que originalmente tiene nuestro maltés.
Segunda: con menos costo de tiempo y esfuerzo para quien la realiza tenemos el corte del manto con máquina especializada para estos usos. Esta opción, partícipe de una peluquería comercial, , deteriora notablemente el manto.
En particular considero igualmente bello un maltés con una longitud de manto que un maltés su manto cortado. Pero personalmente considero un completa agresión a la dignidad de un maltés rasurar (cortar con máquina) su manto. Un maltés con el manto rasurado transmite una experiencia gris, triste, y sin vida; como si el atributo fundamental de la raza se hubiera perdido.
Por ello me he afanado, con amor y esperanza, en construir estas páginas que tratan de mostrar, paso a paso, el camino para que cualquier persona sea capaz de cortar con tijera el manto de su maltés.
Evidentemente es necesaria una práctica para pulir un buen acabado. Pero la práctica únicamente se ejercita practicando. Y la práctica se realiza, siempre, en primera persona.
El manto de baja calidad es muy frecuente en número en nuestros parques y ciudades. Este manto se anuda y es inviable mantenerlo con mínima longitud. Se opta entonces por el rasurado como medio de evitar el nudamen.
El rasurado no es la solución dado que produce unas consecuencias claras de deterioro en un manto ya, de por sí, de baja calidad original. El rasurado va, progresivamente, debilitando el manto primero y va generando una mayor cantidad de subpelo lanoso de ínfina calidad.
Pautas generales a seguir en el corte a tijera
Angulaciones trasera y delantera:
La angulación trasera queda deliminada desde el isquión al al punta del corvejón.
La angulación delantera queda delimitada por la escápula, la punta del pecho y el húmero.
En el trabajo del corte a tijera buscamos siempre que la angulación trasera y delantera nos quede claramente marcada. Ello realza la belleza y la potencia de movimiento del ejemplar.
Pronunciar las angulaciones significa que procederemos en el trabajo de corte combinando distintas longitudes de manto, respetando e intensificando con ello la anatomía natural de la angulación. Es decir que hemos de destacar lo que ya naturalmente tiene nuestro ejemplar.
Si nuestro perro es un ejemplar de pobre angulación, nuestra labor artística al cortar su manto es pronunciar con generosidad esa angulación.
Nunca las distintas longitudes de manto (máxime cuando las realizamos para compensar carencias o esconder defectos) serán notorias y agresivas sino creando un continuo armonioso y gradual.
Para ello procederemos de la siguiente manera:
Angulación trasera
1. La zona perianal: Esta zona queda muy recortada y se rebaja el pelo. Es necesario por razones higiénicas pero además ayuda a que la inserción del rabo se vea más alta y pronunciada.
2. La zona del Isquión: Se remarca dandole una forma redondeada y ligeramente más pronunciada de manera que el muslo tome potencia en el movimiento.
3. El descenso por el muslo: En el descenso se va dejando el pelo más corto. Con ello buscamos pronunciar el movimiento natural de la angulación.
4. En la zona posterior de la rodilla: Al ir llegando a la zona posterior de la rodilla dejamos gradualmente el pelo más largo hasta llegar a la punta del corvejón. Con ello conseguimos un mayor efecto de angulación.
5. El corvejón: Del corvejón, y con una tijera plana, cortamos perpendicular a la mesa.
6. La parte delantera de las patitas traseras: Aquí la longitud del pelo es mayor. Ello da una mayor impresión estética y de longitud general del manto. Con ello, además, acortamos la distancia a las patas delanteras creando el efecto de un ejemplar más corto y más compacto.
7. De la rodilla al Ijar: Se corta en recto, pronunciando el efecto de la angulación trasera.
Angulación delantera
8. El pelo de la zona baja del cuello y garganta se deja proporcionalmente más corto con el fin de marcar la angulación delantera.
9. La punta del pecho se pronuncia un poco con el fin de darle más cuerpo a la angulación delantera de nuestro perro. Pero esta pequeña exageración que se realiza en la punta del pecho ha de quedar con forma redondeada para dar armonía de conjunto en la zona.
10. Al final del húmero y comienzo de la patita anterior el pelo ha de tener una logitud proporcional a la zona no excediendo en largura de manera que se marque en lo posible la angulación
11. En los codos se procura, igualmente, que el manto final no sea de exagerada longitud para que, en el movimiento del perro, el pelo no se nos dispare hacia fuera dando la impresión de que nuestro ejemplar «saca los codos».
12. La delantera de las patitas, no obstante, se deja más corto con el fin de que la angulación delantera nos quede más marcada (indicado para ejemplares pobres de angulación delantera).
13. La trasera de las patitas se puede dejar más longitud de pelo con el fin de que el perro simule más corto (indicado para un ejemplar de estructura alargada).
14. Los pies se cortan en redondo con tijera plana (o recta) sin que sobresalga ningún pelito.
Cabeza
En el corte a tijera de la cabecita de nuestro perro tenemos varias opciones que dependerán de nuestro gusto personal y del tiempo que queramos invertir en su mantenimiento
Este modelo de cabeza se realiza cortando mínimamente le manto. En realidad se trata más de un saneamiento y un arreglo quedando el conjunto de cabeza y cara una longitud notable.
Para ello peinamos la cabeza y cara de nuestro ejemplar y construimos el pequeño moño que posteriormente va a lucir nuestro maltés.
Comenzamos el corte por la perilla (o barba) y el bigote. La perrilla nos marca la referencia de la longitud que vamos a dejar en el corte de la cabecita.
Seguido a ello cortamos en semicírculo hasta las orejas incluyéndolas (tal como muestra el dibujo).
Bichón Maltés corte del manto a tijera
1. Plantares, angulación trasera y zona perianal
Comenzamos el «Corte cachorro» a nuestro maltés marcando el plantar y dando forma a la parte baja de las patitas traseras y delanteras.
Para ello peinamos bien la zona confirmando que no hay nudamen.
Una vez peinado cortamos con una tijera plana el plantar primero entre las almohadillas y luego en redondito el pelito largo de dicho plantar.
Una vez realizado este pre-corte dejamos que el ejemplar se apoye en sus cuatro patitas. Peinamos nuevamente el plantar recién cortado y lo «punteamos»( es decir cortamos los pelitos que pudieran sobresalir) con una tijera plana en diagonal (nunca en recto).
Con una tijera de esculpir, y siempre en el sentido del pelo (como se muestra en la fotografía) nunca transversal, comenzamos a marcar la angulación trasera. Para ello peinamos la zona para cercionarnos que no hay nudos. Seguido a ello «batimos» el pelo. El batido del pelo nos indica con claridad el pelo que sobra y hemos de limpiar.
Nos colocamos desde el lateral (tomando esta perspectiva y viendo desde ella el pelo que sobra) y nuevamente volvemos a batir el pelo para proceder a cortar el pelo que exceda a lo propio de la angulación.
Como parte del trabajo de corte de las patitas traseras y marcado de la angulación, hemos de limpiar con generosidad la zona perianal.
Quedando por higiene completamente limpia.
Tal como muestra la fotografìa.
A continuación vamos a definir la parte delantera de la angulación. Para ello, con nuestra tijera, bajamos el pequeño tramo que va desde el ijar hasta la rodilla completamente en recto (abriendo el punto de luz). Para luego bajar, desde la rodilla a la mesa, el corte en diagonal.
Podemos, como otra opción, levantar la patita de nuestro maltés para ayudarnos a marcar esta parte delantera de la patita hasta la rodilla.